ACADEMIA DEL OLVIDO
Quise aprender el arte del olvido
y, antes de olvidarme, me anoté
en un buen curso con el cometido
de hacer de mi memoria un consomé.
Pensar me estaba resultando un peso.
De modo alguno ya me interesaba
recordar fechas, nombres o sucesos.
Causa, efecto, relación: no importaban.
Las clases resultaron pan comido.
Nos deshicimos del saber del mundo.
La Historia nada había producido.
Ignoro quién es héroe y quién tunante.
Blandí el hacha como un iracundo
sin distinguir el color de la sangre.
Gerrit Komrij (título original: Hogeschool van het vergeten)
sábado, 7 de marzo de 2009
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1 comentario:
¡Madre mía! Vaya final...
jeje... lo malo es que olvidamos lo que no queremos y viceversa.
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