Tan pronto como las sombras de la tarde prevalecen, la Luna emprende su maravilloso cuento y con nocturnidad, a la atenta Tierra relata la historia de su nacimiento: Mientras, todas las estrellas que rodean su incendio, y los planetas en su giro, confirman el mensaje cuando ruedan y esparcen la verdad de polo a polo.
Joseph Addison
viernes, 11 de septiembre de 2009
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