La noche me cambió los sueños y las manos me dispersó los amigos tengo el corazón confuso y la calle es estrecha estrecha en cada paso las casas nos devoran nos consumen estoy en un cuarto solo en un cuarto solo con los sueños cambiados con toda la vida contrariada ardiendo en un cuarto solo Soy un funcionario apagado un funcionario triste mi alma no acompaña mi mano Débito y Crédito Débito y Crédito mi alma no baila con los números intento esconderla avergonzado el jefe me pescó con el ojo lírico en la jaula de la casa y debitó mi cuenta de empleado Soy un funcionario cansado de un día ejemplar ¿Por qué no me siento orgulloso de haber cumplido mi deber? ¿Por qué me siento irremediablemente perdido en mi cansancio deletreo viejas palabras generosas flor muchacha amigo niño hermano beso novia madre estrella música son las palabras cruzadas en mi sueño palabras soterradas en la prisión de mi vida esto todas las noches del mundo en una sola noche larga en un cuarto solo Antonio Ramos Rosa (Faro 1924) (Un funcionario en estos días confusos)
domingo, 16 de mayo de 2010
(Del canto primero de Los Himnos a la noche”) “Antaño, cuando derramaba amargas lagrimas, cuando disuelta en dolor mi esperanza se desvanecía, estando en la estéril colina que en estrecho y oscuro lugar albergaba la imagen de mi vida -sólo, como jamás estuvo nunca un solitario, hostigado vivía por un miedo indecible- sin apenas fuerzas, sólo un reflejo de la miseria. -Cuando buscaba auxilio a mi alrededor -avanzar no podía, retroceder tampoco- y un anhelo infinito me aferraba a la vida fugaz, apagada -entonces, desde la distancia azul -desde la altura de mi antigua dicha descendió un estertor de desfallecimiento -y de repente se rompió el vínculo del nacimiento -las ataduras de la luz. Se desvaneció la gloria terrena y con ella mi tristeza -la melancolía se fundió en un mundo insondable y nuevo- y tú entusiasmo de la noche, sueño del cielo, viniste sobre mi -el entorno se fue levantando lentamente sobre el paisaje, suspendido flotaba mi espíritu, libre vuelto a nacer. La colina se convirtió en una nube de polvo -a través de la nube vi los rasgos transfigurados de la amada. En sus ojos descansaba la eternidad -cogí sus manos, y las lágrimas se convirtieron en vinculo centelleante, inquebrantable. Pasaron milenios huyendo hacia la lejanía, como tempestades. Abrazando su cuello lloré lágrimas extasiadas por la nueva vida. -Fue el primero el único sueño -y desde entonces sólo vivo una fe eterna e inalterable en el cielo de la noche y en su luz, la amada” Friedrich Leopold von Handerberg (Novalis).
miércoles, 5 de mayo de 2010
Sensación Iré ,cuando la tarde cante, azul, en verano Herido por el trigo ,a pisar la pradera; Soñador, sentiré su frescor en mis plantas Y dejaré que el viento me bañe la cabeza
Sin hablar ,sin pensar ,iré por los senderos: Pero el amor sin límites me crecerá en el alma Me iré lejos, dichoso ,como una chica Por los campos, tan lejos como el gitano vaga. Arthur Rimbaud