Quien diga que la naturaleza se muestra indiferente a los dolores y preocupaciones de los hombres es que no sabe ni de hombres ni de naturaleza.Un disgusto,por pasajero que sea,una jaqueca,incluso de las más soportables,trastornan inmediatamente el curso de los astros,perturban la regularidad de las mareas,retrasan el nacimiento de la luna ,y,sobre todo ,desajustan las corrientes del aire ,el sube y baja de las nubes ,bastan con que falten el último céntimo a los escudos reunidos para el pago de la letra ,y los vientos se levantan,se abre el cielo en cataratas ,es la naturaleza toda compadeciéndose del aflijido deudor
El año de la muerte de Ricardo Reis .José Saramago
sábado, 19 de junio de 2010
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