AMADOR CEA
(De Coronel, Chile, 1949)
Como habían detenido a mi padre
y pasó el Presidente que elegimos
y dijo que todos éramos libres, yo pedí que a mi viejo lo soltaran.
Me llevaron y me pegaron todo un día.
No conozco a nadie en el cuartel. No sé, no puedo
ni recordar sus caras. Era la policía.
Cuando perdía el conocimiento, me tiraban
agua en el cuerpo y me seguían pegando.
En la tarde, antes de salir, me llevaron
arrastrando a una sala de baño,
me empujaron la cabeza adentro de una taza
de W.C. llena de excrementos. Me ahogaba.
“Ahora, sal a pedir libertad al Presidente,
que te manda este regalo”, me decían.
Me siento apaleado, esta costilla me la rompieron.
Pero por dentro estoy como antes, camarada.
A nosotros no nos rompen sino matándonos.
Pablo Neruda, Canto General.
martes, 13 de abril de 2010
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2 comentarios:
Una de tantas injusticias y abuso de poder que han habido y habrán a lo largo de la historia,me gusta la última frase,porque solo se rompen los débiles y los cobardes.
No sé si existen en la actualidad seres como al que se refiere el poema. Habría que salir con el farol como aquel griego en su busca.
Besos.
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